Amenazan a streamer por jugar The Last of Us 2 y esto les respondió
Lo que debes saber...
Alguien debería preguntarles: ¿Todo bien en casa?
El acoso incluyó amenazas de muerte, pero ella no se dejó intimidar
The Last of Us Part II lleva apenas unos días fuera, y con opiniones divididas hay quienes lo aman o quienes lo odian.
Lo anterior no es nuevo cuando se trata de videojuegos, sin embargo, para este título de Naughty Dog las cosas han sido un poco más complicadas dados los temas que aborda y cómo lo hace.
Especialmente para algunos, Naughty Dog arruinó The Last of Us Part II por incluir ‘de manera forzada una agenda progre’ y hacerse los ‘social justice warriors’ como suelen llamarles en inglés.
Esto simplemente por empoderar a personajes femeninos y romper estereotipos de género.
A la par que nos mostró diversidad racial en la historia, y accesibilidad dentro del juego. De todo esto hablamos en este artículo especial: 6 veces que The Last of Us 2 destrozó tradiciones racistas, machistas y homofóbicas.
Las amenazas en el chat de la streamer
Ahora, una cosa es que no te guste, y otra es que tengas que ir al chat de una streamer a desearle la muerte simplemente porque estaba jugando el título de Naughty Dog.
Esto le pasó a la streamer Alanah Pearce, mientras jugaba The Last of Us Part II, quien decidió hacer frente a las amenazas y publicar algunos de los comentarios que le dejaron mientras transmitía:
A lo que Alanah simplemente contestó:
‘Voy a transmitir más TLOU2, creo. Espero que todos los que lo quieran ver lo disfruten, y que todos los que no, puedan jugar cosas que sí disfrutan’.
La streamer dejó claro que no iba a dejar que esos comentarios la afectaran y la hicieran dejar de transmitir un título que le gusta, como es The Last of Us Part II.
Definitivamente puedes tener opiniones diferentes pero hay personas que detrás de una pantalla se sienten protegidas, y suelen tener conductas tóxicas como esta.
Lo único positivo de esta situación fueron las respuestas en los comentarios, pues todos estuvieron de acuerdo en que estas amenazas habían cruzado la línea.