La nueva serie de Disenchantment es del creador de Los Simpson y Futurama, Matt Groening, y se estrenará el 17 de agosto de Netflix.

Desde el año pasado se tenía conocimiento de que Matt Groening, el creador de Los Simpson y Futurama estaba trabajando en una nueva serie. El nombre de ésta es Disenchantment, que se conocerá como (Des)Encanto en México y otros países. A diferencia de sus dos anteriores producciones, cuyos derechos pertenecen a la 20th Century Fox, se trata de una exclusiva de Netflix.

¿Por qué decidió Netflix patrocinar a Groening? Simplemente por la “guerra de contenidos” en que se encuentra involucrada. Desde que se anunció que Disney retiraría sus películas, programas y series de este servicio de video, la compañía se ha enfrascado en una cruzada para conseguir contenido original y atractivo para su audiencia.

Una alternativa a Los Simpson y a Futurama

Y eso arreciará con la muy probable compra de la Fox por Disney. Teniendo en cuenta la debacle en calidad que han sufrido Los Simpson en los últimos años, Disenchantment suena como algo fresco y prometedor. La trama se lleva a cabo en Dreamland, en un mundo medieval. La protagonista es la Princesa Bean, muy aficionada a la bebida, como Homero y Bender.

Ella tiene dos compañeros, Elfo, que parece una mezcla entre un duende y Hugo, el gemelo “malvado” de Bart; y Luci, un diablillo de color negro. Lástima que en el avance, que es más bien un teaser, ellos no hacen ni dicen nada. Se supone que mientras Los Simpson nos manejan historias del presente, y Futurama del futuro, esta nueva serie decidió llevarnos al pasado.

Netflix sigue empecinada en surtirse de contenido

Lo interesante es que al menos a nivel visual destaca por el uso del 3D, pero sin verse tan plana como las temporadas más recientes de Los Simpson. Es como una versión renovada de los gráficos tridimensionales de Futurama. Esperemos que Groening tenga éxito con esta serie, que debutará el 17 de agosto en Netflix. Lo que no se sabe es cuántos capítulos tendrá esta primera temporada.

Buena falta hace tener algo de su parte, y esperemos que el equipo de guionistas a cargo tenga más imaginación que el que está detrás de la Familia Amarilla, que va de mal en peor.