Está padre ser un gamer dedicado, pero no hay que ser tan irresponsables

Ser gamer se convirtió en un orgullo durante la pandemia, ya que gracias a los videojuegos se hizo más fácil mantenerse en aislamiento y no contribuir a los contagios.

Lamentablemente no todas las historias son dignas de reconocimiento, y un claro ejemplo lo puso un peculiar caso ocurrido en la Ciudad de México.

Si pensabas que toda tu vida podrías jugar largos maratones sin preocuparte por nada, checa lo que le pasó a este gamer.

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Christian Uriel, un hombre de 30 años aficionado a los videojuegos, presentó una denuncia por agresión y hostigamiento en contra de su madre y su tía, pues ellas lo corrieron de la casa.

De acuerdo con el agraviado, todo ocurrió en la Ciudad de México, específicamente en la alcaldía Iztapalapa.

Según el testimonio de la madre, Christian llevaba jugando videojuegos prácticamente toda la pandemia, rehusándose a buscar trabajo y apoyar a la economía de la casa.

El problema se agravó cuando comenzó a exigir que prácticamente le sirvieran todo en su sillón para no levantarse y detener su sesión de juego.

Este gamer irresponsable colmó la paciencia de sus familiares, quienes con escoba en mano y una cubeta de agua lo sacaron del domicilio para darle una lección.

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Lo que no esperaban era que Christian presentaría una denuncia en contra de su madre y su tía por agresión y hostigamiento, ya que consideró que habían exagerado en su reacción.

Por el momento no sabemos cómo terminó el caso, pero dudamos mucho que le hayan permitido volver a su casa después de tal descaro.

Estamos de acuerdo en que los videojuegos son una gran forma de entretenimiento, pero a menos que seas gamer profesional, no debes perder de vista tus obligaciones, sobre todo si eres adulto.

En fin, esperamos que este sujeto logre recapacitar.

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